Se trata de una técnica muy efectiva para procesos de aprendizaje y desarrollo de equipos, sumamente útil cuando se necesita crear contextos apropiados para iniciar cambios en la organización a partir de la transformación personal colocando a las personas en contacto directo con la experiencia.
El diseño pedagógico de estas actividades integran el plano físico, emocional y mental permitiendo a los participantes aprender, mientras disfrutan de experiencias y aprendizajes memorables además de divertidas y no convencionales: como jugar a la guerra de las manchas o paintball, cruzar ríos, escalar montañas, entre otras muchas posibilidades de actividades metafóricas, incluso actividades simuladas que recrean condiciones vivenciales muy realistas.
Quienes participan de un programa de este tipo, regresan a sus lugares de trabajo, no sólo con nuevas habilidades y conocimientos, sino con una actitud muy diferente y positiva, dispuestos a aplicar muchas de las técnicas que aprenden y conceptualizan.
El postulado de este tipo de aprendizaje se afirma en los siguientes dos conceptos:
1) La Vivencia de las experiencias y 2) la Reflexión de lo vivido
Una descripción sintética del método es la siguiente:
Se expone a los participantes a resolver actividades metafóricas, reales o simuladas con diferente grado de complejidad.
Dichas actividades determinan entre otras necesidades: que los miembros del equipo logren comunicarse, formulen objetivos, tomen decisiones, trabajen en equipo, construyan confianza, desplieguen la creatividad innata y por sobre todo logren un aprendizaje colectivo más que individual despertando el espíritu inquieto, innovador y emprendedor que todos llevamos dentro.
Antes, durante y después del inicio de cada actividad, el facilitador aplica conceptos y fundamentos teóricos que complementan y fortalecen el proceso de aprendizaje. De ninguna manera el proceso de capacitación queda limitado a una cuestión práctica, la teoría está presente, en la dosis justa y necesaria para no convertir la actividad en un curso o seminario del tipo retórico y convencional.
El tipo de tareas a desarrollar, pueden variar desde competencias intergrupales, enfrentar desafíos reales o simulados utilizando recursos no convencionales como ser escalar paredes, montañas, cruzar ríos, utilizar cables de acero o sogas para desplazarse, quedar suspendidos en el aire, hasta analizar problemas que se presentan a modo de juegos y simulaciones.
También se logran excelentes resultados aplicando estrategias milenarias, guerra de las manchas (paintbal), en terrenos especialmente acondicionados en campo de batalla en los cuales se enfrentará a la competencia para poner a prueba las capacidades de trabajo en condiciones de extrema presión, reglas del libre mercado, el posicionamiento de productos y-o crecimiento en la participación del mismo.
Analogías con lo que sucede en "la vida real", en las organizaciones y el marco teórico acorde a los temas a desarrollar permiten entender y dar respuestas a preguntas como: ¿Existía una visión compartida?, ¿sirvió para que el equipo supiera qué hacer cuando se enfrento a diferentes desafíos?.
¿Cuánto tiempo se dedicó a la planificación, a crear el contexto necesario , o por el contrario se puso en práctica la primera idea que se presentó, convencidos de que ser “gente de acción” significa hacer las cosas rápidas, aún sabiendo que un despliegue inoportuno provocaría que los competidores comiencen a actuar sin piedad?
El ciclo de Aprendizaje vivencial comprende cuatro etapas que se inicia con la vivencia (o experiencia) propiamente dicha, para luego atravesar una etapa de procesamiento de lo vivido, luego conceptualización teórica y reflexiva de lo aprendido y finalmente aplicación práctica, es decir, el momento en que se logra y acuerda compromisos muy firmes acerca de qué habrá de realizar cada uno de los participantes a partir del mismo instante en que finalizan las actividades. No dentro de una semana, 1 mes o cuando la organización cambie primero, el cambio a través del compromiso lo comienza a gestionar cada uno y desde su propia Responsabilidad incondicional.
La conceptualización encierra un poderoso disparador del proceso de aprendizaje que se pone al descubierto en momentos de llevarse a cabo el rescate de la actividad. En este momento comienza a desarrollarse la llamada etapa de reflexión y en general el facilitador gira el aprendizaje a partir de las siguientes 3 preguntas claves:
¿Qué fue lo que sucedió?
¿Qué relación encontramos entre lo que sucedió y nuestra forma de trabajar?
¿Cómo podría a partir de lo que sucedió aplicarlo en nuestras actividades diarias para lograr un cambio y una mejora sostenida?
Queda claro que esta estructura de preguntas lo que busca es asociar los aciertos y errores cometidos en la actividad, los conceptos y fundamentos teóricos que se desarrollan, todo orientado al cambio y a la mejora de nuestras actividades cotidianas.
Características relevantes
La curva de aprendizaje integra tanto en el plano físico, mental y emocional de los participantes, facilitando la comprensión y asimilación de los participantes en virtud del desarrollo cognoscitivo del hemisferio derecho e izquierdo.
Los participantes crean sus propias experiencias y son responsables por sus actos y decisiones, las cuales son objeto de posterior análisis y discusión.
Una de las características más relevantes es que rompe con el tradicional principio de unidad de mando o pirámide jerárquica de las organizaciones, no porque desaparezca el rol de líder que siempre será necesario, sino por las características cambiantes y de idoneidad profesional que cada situación requiere.
Desestructura por completo la noción o concepto de la fatídica cultura de “ellos y nosotros” para dar espacio al único tipo de cultura posible que es la del “nosotros”.
Ayuda también a romper las barreras que impiden el aprendizaje, ya que un buen programa debe desestructurar la arraigada forma de pensar que el mundo es como cada uno lo ve, me estoy refiriendo a los famosos "modelos mentales" que todos tenemos y que como cristales que distorsionan lo que vemos, explicamos como funciona el mundo a partir de nuestra personal forma de “ver o interpretar lo que vemos”.
En una actividad experiencial, vivencial o outdoor, ningún integrante del equipo es más importante que todo el equipo.
La participación es siempre voluntaria, es decir nadie está obligado a realizar lo que no quiere hacer.
Capacitación Outdoor training o vivencial, mucho más que una técnica divertida: alienta y permite a los participantes incrementar la capacidad de acción efectiva, entiéndase resultados. |